Blanco…capaz de engrandecer lo espacios más pequeños y de iluminar los más oscuro. El blanco magnifica dentro de la simpleza, purifica el ambiente y llena de calma. Es capaz adaptarse a cualquier estilo, le queda bien al clásico más puro, al barroco más estridente y al contemporáneo más frio. En él las formas se desdibujan y todo se hace uno. Suena bien ¿no?
Sí, suena bien y se ve bien, así que si te toca elegir color y no te decides por ninguno…ya sabes, esta podría ser tu opción. Puedes inclinarte por un todo blanco inmaculado o con un punto de color. Pero ¿te lo puedes permitir? Y no hablo de presupuesto. Hacerte esta pregunta en fundamental si no quieres acabar tirándote de los pelos. Un espacio tan pulcro hay que poder mantenerlo, y para los que tenemos mascotas, por ejemplo, no es muy recomendable. Los niños tampoco suelen ser muy amigos de este color (aunque siempre hay excepciones). Y para los que ni tienen niños ni mascotas, tenéis que saber que su mantenimiento se requiere de un extra en orden y limpieza, por lo que estudiar el uso que se le dará al espacio y el tránsito de gente al que estará sometido, es más que aconsejable.
Así que, para los que os podáis permitir este tipo de espacios, aquí os dejo algunas imágenes para inspiraros:
BLANCO, BLANCO...
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