Presentada en la Design Week Milán de 2009, esta luminaria LED de techo es obra del diseñador londinense Ross Lovegrove. La producción corre a cargo de la compañía japonesa Yamagiwa, que la describe como un “organismo marino flotante”. (Personalmente más que la luminaria en sí, lo que veo muy acuático son las proyecciones de la luz sobre las paredes. Se me asemeja a los reflejos de la luz que rebotan sobre el agua y se reflejan en las paredes de una cueva)
Realizada en acero y espuma de poliuretano rígida y reducida a la mínima expresión, nace de la idea de reducir la masa física de una forma predefinida a través de la perforación selectiva. Los LEDs quedan incrustados en varios de los nudos de su orgánica forma, tanto en la parte superior como en la inferior, a los que se les añaden espejos reflectores con sujeción flexible imantada que posibilitan la reorientación de la luz. De esta manera el juego de luces y sombras se genera en todas direcciones. Un auténtico espectáculo.
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